No a la baja de la imputabilidad



La algarabía de cientos de chicos jugando con globos por los jardines de la República de los Niños fue la imagen que sintetizó la convocatoria que la CTA y el Foro Provincial por los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Juventud llevó adelante, y que ayer al mediodía se transformó en una gran marcha para hacer conocer la negativa a la iniciativa oficial de bajar la edad de imputabilidad.

A media mañana los micros provenientes de distintos puntos de la provincia se apostaron en el estacionamiento de la República de los Niños. Un grupo de pibes del Movimiento Nacional Chicos del Pueblo entonaron: “Olele, olalá, el hambre es un crimen y nos quieren encerrar”.

La caravana partió por el camino General Belgrano hasta llegar a Plaza Italia de la ciudad de La Plata, donde numerosas organizaciones los esperaban para marchar hacia la Casa de Gobierno. La movilización estuvo encabezada por una bandera llevada por 12 niños con la leyenda "Ni un pibe menos. El hambre es un crimen". Detrás, bajo la bandera de la CTA, una pancarta señalaba: “Los únicos privilegiados son los chicos”.

15.000 personas cantaron consignas contra la gestión del gobernador Daniel Scioli: “Queremos más escuelas para los pibes, no más cárceles para encerrarlos”, “Sí a la promoción de los derechos, Sí a la asignación universal, No a la baja de la imputabilidad”, “Ningún chico nace chorro”, “Scioli: los jóvenes nos somos peligrosos, estamos en peligro”.

La marcha finalizó en la puerta de la Casa de Gobierno donde fueron los pibes los encargados de leer documentos referidos al futuro que anhelan y escritos por ellos mismos. Cuatro chicos del Hogar del Padre Cajade leyeron: “En nuestro país hoy en día se siguen muriendo los pibes por desnutrición. Eso quiere decir que lo más tierno y hermoso que es la niñez, nuestra infancia, sigue desprotegida. Institutos, cárceles ¿Alguien puede estar seguro que esa va ha ser la solución? Nosotros decimos que NO, que esa no es la solución, pero parece que para los políticos, encerrar a los pibes es el camino más fácil, porque los sacan de su vista. Porque se sacan un peso de encima”.

Uno de los niños del Movimiento Nacional Los Chicos del Pueblo leyó: “En poco años más los pibes que nacieron bajo la peor crisis serán adolescentes. El desempleo, el hambre y la violencia signaron sus vidas. Ante esto, los adultos y el Estado tenemos un desafío ineludible, repartir la riqueza a través de las políticas públicas. Es más fácil bajar la edad, pero sin embargo ha quedado demostrado que con más cárceles no se resuelve el problema de la seguridad. El señor gobernador, en vez de bajar la ley de imputabilidad, tendría que aplicar una asignación universal para todas las personas menores de 18 años e incrementar estrategias de intervención social tendientes a paliar la desigualdad social en todo el territorio bonaerense. Asimismo, debería propiciar condiciones para que los gobiernos municipales adecuen sus políticas a las leyes13.298 y 13.634 y garanticen un futuro deseable y digno para todos los niños”.

Terminada la jornada se anunció que algunos representantes serían recibidos por el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, en busca de una respuesta ante el debate que instaló el Ejecutivo provincial por la baja de la edad de imputabilidad, porque una cosa es una suelta de globos y otra muy distinta es quitarle un globo a un niño.

Además del centenar de organizaciones de la CTA, de derechos humanos y sociales que acompañaron la marcha, estuvieron presentes la diputada provincial y presidenta de la Comisión por la Niñez y la Adolescencia, Valeria Amendolara, junto su par Adela Cegarra; y los legisladores nacionales Edgardo Depetri, Victoria Donda, Claudio Lozano, Ricardo Cuccovillo y Carlos Raimundi. También se hicieron presentes las diputadas provinciales Sandra Cruz y Laura Berardo (Libres del Sur); el senador Luis Malagamba; los concejales platenses María José Garófoli, Daniel Caferra y Silvana Soria; el secretario de Salud y Desarrollo del Municipio de Morón Gustavo Hurtado; y la directora de Niñez de Lanús, Susana Guerrero